
Artículo de opinión, prueba final.
Por: Marianny Ramos.
Como futura psicóloga en una escuela, sé que mi trabajo va a influir mucho en cómo se portan los estudiantes. Es importante entender que mi ayuda es clave para que la escuela funcione bien, para que haya disciplina y para tener una buena relación con los chicos. Si logramos esto, ellos podrán aprender mejor y no solo se portarán bien individualmente, sino también en grupo. Por eso, es vital que los que vamos a ser psicólogos escolares entendamos cómo se conectan los problemas entre estudiantes, la calidad de la enseñanza y qué tanto aprenden los alumnos, y qué debe hacer cada persona en la escuela para evitar y solucionar esos problemas.
Desde ya siento la gran responsabilidad como psicóloga educativa sobre cómo va a incidir mi gestión en la conducta de los estudiantes, debemos de tener claro que nuestro apoyo es fundamental para el buen desenvolvimiento de la comunidad educativa, lograr manejar la disciplina y tener con ellos una buena relación humana, que trascienda y logre a través de ellos, que puedan alcanzar un buen rendimiento académico y no solo lograr en ellos una buena conducta individual, si no también colectiva.
Es fundamental que como futuros psicólogos escolares comprendamos la estrecha relación que tendremos con los conflictos escolares, la calidad educativa y el rendimiento académico, así como el rol de cada actor en la prevención y manejo de estos conflictos.
Conflictos es la palabra que cada día pondremos en práctica para sacar de ellos lo positivo y lograr el gran objetivo de nuestra función en el manejo y resolución de los mismos.
En esta ocasión hablamos de los conflictos existentes en los centros educativos y todo el personal, pero en todos los espacios como ya hemos venido discutiendo anteriormente, existen conflictos de igual magnitud, en el hogar, en las iglesias, en la comunidad, en el trabajo, entre otros, y es como si ellos se convirtieran muchas veces en parte de nuestro vivir o hasta se podría decir que un mal necesario.
La elevada conflictividad existente en la sociedad dominicana actual, particularmente en el ámbito de los centros educativos.
Existe una elevada conflictividad en la sociedad dominicana, pues los que a veces nos sentamos frente a un televisor nos damos cuenta que los noticieros solo hablan de conflictos, vemos por ejemplo el gran conflicto existente entre las deportaciones masivas de haitianos, ese es un tema de interés y que genera conflicto el cual es difícil de ignorar por los dominicanos y pongo esto como ejemplo para entrar al ámbito de los conflictos de los centros educativos.
La presencia recurrente de conflictos en un centro educativo detienen el curso con el que deben marchar la cosas, se genera ambiente de tensión, estrés incluso muchas veces se ve afecta la salud mental de los miembros, se pierde la calidad efectiva de comunicación, no existe compañerismo, incluso en casos como el bullying, se ven afectadas las emociones de los estudiantes , incluso entra en conflicto la familia con la comunidad educativa tratando de mediar la situación o defender los derechos de sus hijos como estudiantes.
Por esto considero que debe existir un sentir y un querer de que exista la necesidad de transitar hacia una convivencia escolar sana, que pueda permitir el logro de una cultura de paz en cada escuela y en todo el sistema educativo nacional.
Debemos fomentar un ambiente de respeto, inclusión y apoyo mutuo a través de iniciativas que fortalezcan el sentido de pertenencia, la participación estudiantil y las relaciones positivas entre todos los miembros de la comunidad educativa.
si en nosotros no existe ese querer como psicológico de que las cosas marchen bien, imagínense cómo será el día a día entre colegas y alumnos, nosotros con herramientas y apoyo podemos brindar técnicas de manejo de conflicto a los maestros y personal de la comunidad radiactiva para que exista armonía y todo marche de la manera adecuada por el bien de los protagonistas principales que son los estudiantes, de esta manera evitaremos:
Desgaste emocional entre alumnos, maestros y todo el personal docente.
El aprendizaje en las aulas será más efectivo .
La comunicación tendrá un impacto positivo entre los miembros de la comunidad educativa.
Se verá menos afectada la salud mental de los mismos.
Menos involucramiento de los padres en conflictos escolares.
De este modo garantizamos la buena convivencia y el buen trato.
La relación existente entre el comportamiento de la familia y la sociedad, y los comportamientos en la escuela.
Este es un tema de gran interés pero que es visto de manera diferente por cada persona según lo que considere correcto o no, pero desde mi punto de vista y conocimiento, la familia sienta las bases de valores y hábitos, la sociedad marca las normas generales, y la escuela es donde se reflejan y aprenden nuevas conductas. Sí familia, sociedad y escuela están en sintonía con valores positivos, los estudiantes tienden a comportarse mejor y tener más éxito. Los problemas surgen cuando hay diferencias o conflictos entre estas influencias.
Un ejemplo más claro para poder ser entendida:
Imagina que la forma en que los niños se comportan en la escuela es como una planta. La familia es la tierra donde se siembra la semilla, dándole los primeros nutrientes de valores y costumbres. La sociedad es el clima general, con sus reglas y lo que se considera normal. La escuela es el jardín donde la planta crece y aprende nuevas cosas. Si la tierra es buena, el clima ayuda y el jardín está bien cuidado, la planta (el niño) tiene más probabilidades de crecer fuerte y sana, portándose bien y aprendiendo mucho. Pero si la tierra es pobre, el clima es difícil o el jardín no es el mejor lugar, la planta puede tener problemas para crecer y comportarse de la mejor manera. Los maestros y psicólogos nos damos cuenta de todo esto y tratamos de ayudar a cada planta a crecer lo mejor posible, trabajando con la "tierra" (la familia) y teniendo en cuenta el "clima" (la sociedad) para que el "jardín" (la escuela) sea un buen lugar para todos.
¿Cómo se relaciona la existencia de conflictos escolares entre estudiantes, con la calidad educativa que se manifiesta en el centro, y con el rendimiento académico de los mismos?
Los conflictos escolares tienen mucho que ver con la calidad educativa más de lo que nos imaginamos y el rendimiento académico de los mismos, imaginemos que un centro educativo equis, esté lleno de maestros sin vocación que solo entraron al sistema enamorados más del sueldo que del amor a la enseñanza, pues aquí tendremos profesionales sin amor, sin paciencia, sin deseos de educar y dedicar el tiempo necesario para el buen aprendizaje de un estudiante, entonces aquí se ve afecta la calidad educativa y el rendimiento académico de los estudiantes.
Existen centros educativos olvidados, donde no llegan los recursos necesarios para brindar apoyo a los estudiantes, y eso es un factor fundamental en los problemas educativos, pero también imaginemos que después de todo esto también exista conflictos personales y grupales, pues no habrá un aprendizaje significativo para ellos y tampoco armonía.
Los conflictos escolares pueden ser vistos como síntomas de una "salud organizacional" deficiente dentro del centro educativo. Al igual que un cuerpo enfermo manifiesta síntomas, una escuela con altos niveles de conflicto revela problemas subyacentes en sus sistemas de comunicación, gestión de la diversidad, estrategias de resolución de problemas o incluso en su cultura de liderazgo.
Ejemplo: Un centro educativo en Moca o una ciudad equis, con frecuentes conflictos entre estudiantes podría reflejar una falta de protocolos claros para abordar el acoso, una comunicación ineficaz entre maestros y padres sobre problemas de comportamiento, o una ausencia de programas de mediación y resolución pacífica de conflictos. Entre otros ejemplos más que podríamos mencionar.
Mejorar la "salud organizacional" a través de la capacitación del personal en manejo de conflictos, el establecimiento de normas claras y la promoción de una cultura de respeto mutuo podría reducir los conflictos y mejorar la calidad educativa general.
Relación con la Calidad Educativa:
Un ambiente escolar con frecuentes conflictos genera un clima tenso e inseguro. Esto dificulta la concentración, la participación y la colaboración, elementos cruciales para una educación de calidad. Los docentes pueden verse obligados a dedicar tiempo a resolver disputas en lugar de enfocarse en la enseñanza.
Ejemplo: Peleas constantes en el aula o pasillos pueden interrumpir las clases, disminuir el tiempo de instrucción y generar un ambiente de estrés que impide un aprendizaje efectivo. La falta de un ambiente de respeto y armonía socava los pilares de una educación de calidad.
Relación con el Rendimiento Académico:
Los estudiantes inmersos en conflictos pueden experimentar altos niveles de ansiedad, estrés y falta de motivación. Esto se traduce en dificultades para concentrarse en las tareas escolares, menor participación en clase y, en consecuencia, un bajo rendimiento académico. Además, el acoso escolar (bullying) puede generar ausentismo y deserción escolar.
Ejemplo: Un estudiante que es víctima de burlas o agresiones constantemente puede sentirse inseguro y desmotivado para ir a la escuela, lo que lleva a un menor compromiso con sus estudios y, finalmente, a peores calificaciones. La preocupación por el conflicto desplaza la atención del aprendizaje.
Como ya sabemos los conflictos si no se prevén desde el momento en que se da indicios, hay que buscar la forma de gestionarlo como ya están, los miembros del equipo que conforman los centros educativos de la mano del psicólogo pueden buscar esas herramientas para hacerlo, aquí te detallo como prevenirlos y algunos ejemplos de manejo:
Equipo de Gestión (Directivos):
El equipo directivo debe establecer normativas claras y justas de convivencia, difundirlas ampliamente y asegurar su cumplimiento. No solo hablarlo y que se quede en el olvido.
También deben fomentar una cultura escolar positiva basada en el respeto, la empatía y la comunicación abierta a través de actividades y mensajes institucionales. Además, es crucial invertir en la formación del profesorado en habilidades de mediación y resolución de conflictos.
Ejemplo: Implementar un programa anual de Convivencia Pacífica, con talleres, charlas y actividades lúdicas que promuevan el respeto y la resolución no violenta de desacuerdos.
¿Cómo manejarlo? Cuando el conflicto surge, el equipo de gestión debe actuar con prontitud e imparcialidad, aplicando los protocolos establecidos y garantizando un proceso justo para todas las partes. Esto implica escuchar a los involucrados, investigar los hechos y tomar decisiones informadas. También deben facilitar espacios de diálogo y mediación y, si es necesario, aplicar medidas disciplinarias proporcionales a la falta.
Profesores:
Los profesores son la primera línea de prevención al crear un ambiente de aula seguro y respetuoso, ya que los conflictos en estudiantes la mayoría de veces se forman en el aula, pues fuimos estudiantes y pasamos por alli, entonces debemos actuar acorde donde se valore la diversidad de opiniones y se fomente la participación activa. Deben modelar conductas positivas de comunicación y resolución de desacuerdos. También es clave integrar en su práctica pedagógica actividades que desarrollen habilidades socioemocionales en los estudiantes, como la empatía, la escucha activa y la gestión de emociones.
Ejemplo: Realizar dinámicas grupales donde los estudiantes deban trabajar juntos para resolver un problema, fomentando la negociación y el respeto por las ideas de los demás.
¿Cómo manejarlo? Ante un conflicto en el aula, el profesor debe intervenir de manera oportuna y calmada, actuando como mediador inicial. Debe escuchar atentamente a las partes, ayudarles a identificar el problema y facilitar la búsqueda de soluciones pacíficas. Es importante enseñar a los estudiantes a expresar sus sentimientos y necesidades de forma asertiva y a comprender la perspectiva del otro.
Familia:
La familia juega un rol fundamental al educar en valores como el respeto, la tolerancia y la empatía desde el hogar. Deben mantener una comunicación abierta y fluida con la escuela, informando sobre posibles situaciones de conflicto que perciban en sus hijos y colaborando en la promoción de un clima escolar positivo.
Enseñar a los niños a expresar su desacuerdo de manera respetuosa en casa, a escuchar las razones de los demás y a buscar soluciones conjuntas a los problemas familiares.
¿Cómo manejarlo? Cuando un conflicto involucra a sus hijos, la familia debe colaborar activamente con la escuela, brindando información relevante y participando en las reuniones o mediaciones que se requieran. Es crucial apoyar a sus hijos emocionalmente, ayudándoles a comprender la situación y a asumir su responsabilidad en el conflicto. También deben reforzar en casa las estrategias de resolución pacífica aprendidas en la escuela.
Si su hijo está involucrado en un conflicto, los padres asisten a la reunión con el tutor y el orientador, escuchan atentamente las diferentes versiones, hablan con su hijo para entender su perspectiva y trabajan junto con la escuela para encontrar una solución constructiva.
Estudiantes:
Los estudiantes tienen un papel activo en la prevención al promover el respeto y la inclusión entre sus compañeros. Pueden participar en iniciativas escolares de convivencia, como grupos de mediación entre pares o campañas de sensibilización contra el bullying. Es fundamental que aprendan a identificar y rechazar las conductas agresivas y a comunicar sus necesidades y desacuerdos de forma asertiva.
¿Cómo manejarlo? Cuando se ven involucrados en un conflicto, los estudiantes deben intentar dialogar y buscar soluciones pacíficas. Es importante que aprendan a pedir ayuda a un adulto (profesor, orientador, familiar) si la situación los supera o si presencian situaciones de acoso. También deben ser responsables de sus acciones y estar dispuestos a reparar el daño causado.
Psicólogo Escolar:
El psicólogo escolar juega un rol clave en la identificación temprana de factores de riesgo que puedan desencadenar conflictos, como problemas de conducta, dificultades emocionales o situaciones familiares complejas. Debemos diseñar e implementar programas de prevención universal dirigidos a toda la comunidad educativa para promover habilidades socioemocionales, la inteligencia emocional y la resolución pacífica de conflictos. También puede ofrecer asesoramiento y formación al profesorado y a las familias en estrategias de prevención.
En mi lugar, Implementaría talleres para estudiantes sobre el manejo de la frustración y la impulsividad, o charlas para padres sobre cómo fomentar la comunicación asertiva en sus hijos.
Manejo: Ante un conflicto, el psicólogo puede ofrecer apoyo individualizado a los estudiantes involucrados, ayudándoles a comprender sus emociones, a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y a reparar el daño causado. También puede facilitar procesos de mediación más complejos y ofrecer terapia individual o grupal a aquellos estudiantes que hayan sido afectados significativamente por el conflicto.
Orientador Escolar:
El orientador escolar contribuye a la prevención al promover el conocimiento de las normas de convivencia y los recursos de apoyo disponibles en la escuela. Puede diseñar e implementar programas de orientación grupal sobre temas como la comunicación asertiva, el respeto a la diversidad y la prevención del bullying. También puede asesorar al equipo directivo en la elaboración de protocolos de actuación ante conflictos.
Al igual que Psicólogo puede realizar charlas informativas para los nuevos estudiantes sobre las normas de convivencia del centro y los mecanismos para reportar situaciones de conflicto de manera segura.
Manejo: En situaciones de conflicto, el orientador puede actuar como mediador, facilitando el diálogo entre las partes involucradas y ayudándoles a encontrar soluciones mutuamente aceptables. También puede realizar el seguimiento de los casos de conflicto, asegurando que se cumplan los acuerdos y ofreciendo apoyo a los estudiantes que lo necesiten. Además, puede derivar casos más complejos al psicólogo escolar o a otros profesionales externos si es necesario.
Para que haya una buena convivencia en las escuelas y se cree un ambiente de paz, todos debemos poner de nuestra parte. Los directores deben poner reglas claras, los profesores deben enseñar con buena actitud, las familias deben educar con valores, los estudiantes deben respetarse y los psicólogos y orientadores debemos guiar y apoyar. Si todos trabajamos juntos, los problemas entre estudiantes no serán un obstáculo para que aprendan y se desarrollen bien. Así, la escuela será un lugar donde todos se sientan bien, se traten bien y puedan aprender al máximo.
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